Represión y desalojo en Guernica: crónica de un problema estructural

Por Jazmín Fernández

Durante la madrugada de este jueves más de 4 mil policías bonaerenses bajo la orden del ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, desalojaron y reprimieron a 1400 familias que habían ocupado terrenos en julio pasado en la localidad de Guernica, perteneciente al partido Presidente Perón.

“Ya está todo desalojado”, confirmó Berni alrededor de las 8 de la mañana luego de que unos 4000 oficiales rodearon la zona y comenzaron a derribar y quemar las casillas que las personas habían instalado en el lugar.

En nuestro país las tomas de tierras es una problemática que lleva muchos años, no son para nada un suceso nuevo y menos en la provincia de Buenos Aires sin embargo éstas recrudecieron durante los últimos meses en el contexto de la pandemia  y comenzaron a ser parte de la agenda mediática y de Estado, la propia provincia reconoce 6 grandes tomas de terrenos con conflictividad social. Miles de familias habitan en ellas y todas están judicializadas.

La realidad es una mezcla de todo lo que se ha dicho, que es un delito, que un conflicto no puede ser solucionado con otro y mucho menos en este caso, con una represión y principalmente es un problema estructural habitacional que debe ser puesto como prioridad para el Estado o al menos, sabemos que para muchxs, esa es la verdadera y única solución: el acceso a una vivienda, a tener satisfechas las necesidades básicas, etc.

Desalojos en villas de la ciudad de Buenos Aires, desalojos productos de las nuevas construcciones de autopistas y loteos baratos así comienza en la decada del ’80 lo que hoy podemos denominar como tomas de tierras.
Durante el periodo del alfonsinismo las tomas se hacían de manera no partidaria, hacia los años 90 la política y la organización vecinal comienza a estrechar otros vínculos, teniendo así una mirada de no represión hacia los vecinos que se instalaban en estas áreas.

Durante el kirchnerismo a partir del año 2003 hubo un escenario que fue modificado, por factores como el crecimiento económico que tuvo nuestro país en aquellos primeros años, esto permitió una mejora en las condiciones de vida de los sectores populares que compañaron a este proceso diversas políticas de viviendas vinculadas a planes federales, al acceso de terrenos a municipios para que se construyan viviendas sociales, como también la creación de ProcreAr que apuntaba a la clase media. Aún con este crecimiento y con las políticas generadas los problemas no fueron solucionados ya que en aquellos lugares hubo un fuerte crecimiento demográfico que demandaba más de lo que se podía hacer y aunque esto podría haber sido la salida o quizás, una solución a largo plazo quedó obstaculizado por la gestión que comprende entre el 2015 y 2019.

En el periodo de gestión macrista no se construyeron casi ninguno de los planes de viviendas que estaban previstos ni se terminaron los que aún faltaban, un caso emblemático fue la toma de vecinos en un terreno perteneciente a un plan no terminado durante este periodo en Jose. C Paz.

En la actualidad se anunció el Plan Nacional de Suelo Urbano, para intentar dar una respuesta a este tipo de conflicto, tiene previsto la creación de 10 mil lotes con servicio. Forma parte del ProCreAr que proyecta la construcción de 44 mil viviendas. Pese al anuncio, en esta coyuntura urgente su ejecución aún no tiene fecha.

La ausencia del Estado y la falta de políticas orientadas a esta problemática, generan las condiciones de déficit habitacional que muchas veces termina en la toma de terrenos, en el AMBA existen más de 1000 barrios que albergan a 400 mil familias según el Registro Nacional de Barrios Populares, es decir que  hablamos de un millón y medio de personas; mayores, niños, niñas, madres, jóvenes, que viven en condiciones precarias.

El desalojo de la toma de Guernica tapa el problema real al que no le dieron solución. Ayer había 1400 familias sin un lugar para vivir.
Hoy hay 1400 familas sin un lugar para vivir. Toda forma de exclusión es violencia.

La entrega de subsidios y la política represiva son decisiones insuficientes -en el primer caso e inhumanas -en el segundo.
La toma conlleva un delito ya que viola la propiedad privada, y por ello para resolver este delito se deben tomar medidas de fondo, estructurales. Alli es donde la respuesta es del Estado, con politicas activas y funcionarios que sepan como ante un conflicto se debe actuar, pese a que existió un trabajo previo para buscar una solución pacifica por parte de la provincia y el Ministro de Desarrolo de la Comunidad, Andres Larroque, lo que sucedió en la madrugada en Guernica termina siendo parte de una clase de ejecución politica que debe ser repudiada ampliamente sin excusas. Algo que me resuena en la cabeza desde temprano es, si la provincia de Buenos Aires no debería tener un Ministerio de Habitat que tenga el enfoque necesario para solucionar un problema que es urgente.

Dato: Argentina tiene una superficie de 2.78 millones de kilómetros cuadrados y una población de 44 millones 560 mil personas. Es decir, 16 habitantes por cada 1 kilómetro cuadrado. Lo que seria 62500 metros cuadrados para cada uno. Si el país fuera justo cada argentino tendría un terreno de 125m de ancho x 500m de largo.

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